lunes, 3 de octubre de 2011

Primer Aniversario 30S

El 30 de septiembre del 2011, el país entero, excepto los cien mil aliados del gobierno que asistieron a la avenida de los Shyris,  fue testigo de interminables cadenas televisivas, pasando y repasando la balacera infernal. Se vio la bravuconada del Presidente desafiando con el pecho desnudo a la policía enfurecida del Regimiento Quito. Luego, ver el rostro del Presidente, pálido, humillado,  saliendo enmascarado, como un fugitivo, en silla de ruedas del hospital, protegido por escudos humanos. Ahí me saltó una pregunta: dónde quedó la valentía  que exhibió en la ventana horas antes ? Del hospital, salió con su alma partida en mil pedazos. Él presenció con sus ojos estupefactos, llenos de angustia e impotencia, cómo ofrendaron la vida soldados y policías enfrentados como enemigos, por una siniestra decisión dada, no sé si por el Alto Mando o por el propio Presidente. Eso  nunca se sabrá, pero en la conciencia, sí se sabe quien ordenó. Como ser humano, como ecuatoriano, me dio lástima ver el rostro del Presidente, vejado, humillado, conociendo de cerca el rostro de la muerte. Dónde quedó el arranque de valentía ? Me pregunto: Quien atizó el avispero ? Como el pueblo ecuatoriano está acostumbrado a estas escenas macabras de alzamientos, sublevaciones, derrocamientos de Presidentes, uno alimenta su ego, repasando una y otra vez las escenas siniestras y con cabeza más fría, con más objetividad, luego de haber transcurrido un año, a uno le queda el panorama más claro. La gota que derramó el vaso y produjo el descontento policial fue la eliminación en la Asamblea (Congreso)  de los privilegios que tenían militares y policías: bonos, condecoraciones, rancho, aguinaldos, ascensos, etc. Al Presidente le fallaron los cálculos, porque tuvo advertencias antes del 30 de septiembre. Acaso no funciona la inteligencia o simplemente no se la hizo caso. Pero el Presi, que tiene sobre su cabeza una aureola de infalibidad, dijo NO a la advertencia. Se aprobó la ley y fue el detonante que produjo el descontento. El 30 se septiembre del 2010 se destapó el  descontendo militar y policíal. El aeropuesrto Mariscal Sucre  de la capital, fue tomada por comandos militares. En todo el país, la policía se olvidó de sus deberes y  cerró vías, con fogatas por todas partes. Yo llegaba a Macas esa mañana (10  am) y no había paso frente al cuartel de policía porque habían prendido llantas en plena vía pública. Y eso se vio en todo el país.Guayaquil  fue saqueada, hubieron 5 muertos. Ycon todo este alboroto institucional, el Presi se va al Regimiento Quito a desafiar !!! En este aniversario, viendo las escenas macabras, el  hospital policial, ese momento, fue el refugio del Presidente. Si no encontraba esta salida de emergencia, otro hubiese sido el desenlace.   Entonces el hospital fue su refugio y no su lugar en encarcelamiento como se preptende hacer creer. Pero, otro de los crasos errores fue la de su ministro Patiño, que desde el Palacio de Carondelet arengaba a los empleados públicos  que se habían congregado en la Plaza Grande para ir al rescate de su Presidente. Al menos, pensé que era Presidente de todos los ecuatorianos, pero  escuchando la arenga del valiente ministro, supe recién que había sido Presidente sólo de un grupo de burócratas. Y se van al rescate, con los puños en alto, a meterse en cuerpo y alma en un infierno. Acaso al ministro Patiño, como un valiente mosquetero, le vieron ahí en primera  fila, dando el pecho a las  balas ? Al ministro Patiño, por la Tv no se le ve por ningún lado. Sólo en el balcón presidencial estuvo desafiante, inflamado de patriotismo, pero a la hora de la hora, este señor Patiño no sé donde se camufló. Acaso le vieron con un rasguño siquiera como  evidencia de  arrojo y  heroísmo ? No. En ese rescate liderado por Patiño, ofrendó la vida un civil, llevado desde la Plaza Grande. Otra imperdonable equivocación. Y tratan de hacer creer al Ecuador que fue el pueblo quien rescató !! Y la tercera decisión errática, ordenar el "rescate" entre dos grupos armados, a sangre y fuego, en un episodio dantesco. Dónde quedó la valentía del Presi, me pregunto, si salió protegido no por escudos metálicos, sino por escudos humanos. Acaso 5 personas que ofrendaron la vida, valen menos que un Presidente ? Cuando se escuchan los comentarios de la prensa internacional, -excepto Chávez y Morales- nadie, nadie lo cataloga como un fallido  golpe de estado, sino como una insureccción, provocada, no por nadie, sino por una aprobación de una ley y por la insoslayable imprudencia presidencial de ir al Regimiento Quito, a exasperar los ánimos policiales que estaban desbordados por la pasión y la ira. Pensé que al año de los hechos, hubiese algún atisbo de reconciliación nacional. Me equivoqué. Ahora, siguen reptiendo en coro una y otra vez que se busque a los culpables, que se levante la reserva a los informes militares, guardados como"secretos", órdenes al Fiscal General  para que ahora sí, se investigue a fondo.... Lo que da a entender que los actuales procesos penales en trámite contra policías y  civiles, no están siendo investigados a fondo. Esa comedia no se la ve nadie. Más fácil será engullirse el planeta que digerir esa "verdad". El pueblo tiene su propia verdad, pero la verdad, siempre esquiva, no se la puede  decir en  alta voz, porque hay  peligro que sea escuchada por alguien y luego venga la persecución... Hay temor en mi Ecuador, hay miedo por dentro, pero es un miedo a ser perseguido injustamente. Como la tecnología ha avanzado tanto que hay sentencias pre-elaboradas que se guardan en una memory, se las baja a un computador y se la imprime. Así, en este estado de cosas, el futuro de un humilde ciudadano y de su familia, pende de un hilo que puede arrancarse sólo bajando el pulgar, como se lo hacía en los coliseos romanos de antaño, de ahí que hay miedo, hay temor de hablar. Le pido a mi Dios que al Presi le resetee el corazón y le ponga un mensaje de perdón. Hay niños huérfanos que quedaron sin padre, hay viudas que quedaron sin sustento,  hay un país dividido, hay un ambiente de odio y venganza. Eso debe  terminar. El poder es efímero, el perdón es eterno, porque es de naturaleza divina. Todo el pueblo, hasta sus propios aliados, rechazan su estilo verbal agresivo. En un mandatario -estadista- debe aflorar la sonrisa, la paz, la unidad, la confraternidad, decisiones sabias. Hágase un chequeo del  alma señor Presidente y verá qué consejos le da su conciencia. Riegue agua para que nazca la primavera.... /3 octubre 2011/.

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