martes, 27 de septiembre de 2011

Trascender.


Volar al más allá,
no es más 
que ubicarse en un  punto distinto
al de arranque;
pero no irás a otro mundo,
simplemente... circunvalas.

Por eso, no deseo volar,
porque mis alas, se estropearán con el viento
y  caeré...no sé dónde,
mis alás rotas no podrán volar,
y  desfalleceré sin trascender.

Volar al más allá,
fuera del entorno que dibuja el horizonte,
en línea vertical,
a una velocidad de vértigo,
sabré que viajo, sin retorno, al infinito.

Mi espíritu, hecho de luz,
se impulsará de átomo en átomo, 
de centella en centella,
y se recargará, hasta llegar a posarme
en el umbral...
de la Casa del Senor.

Para este viaje,
me llenaré de vitalidad,
en la tierra, sembraré mieses,
para que los pobres no sientan hambre,
ni giman, ni den ayes lastimeros,
resultado de la criminal explotación,
generada por una sociedad 
construida con estructuras
enmohecidas por el egoísmo y la vanidad.

Señor, si hoy no me permites,
porque las mieses no son suficientes,
al menos dame tiempo 
para rectificar mis pasos,
no importa cuánto dure,
pero algún día...quiero trascender. (26-Sep.2011)




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