lunes, 16 de enero de 2012

MI COLEGIO CENEPA

Desearía haber nacido junto al mar,
para confundirme con las olas caprichosas,
pero me hubiese perdido,
la delicia de nadar todas las tardes,
en las aguas cristalinas del río Gualaquiza,
cruzar  la peña y lanzarme un clavado
desde el puente de yumbingue.
Era un campeón!!


Hubiese deseado nacer en cuna de reyes,
para que la gente grite  ¡ viva el príncipe !
Pero no hubiese saboreado
el salado de mis lágrimas,
por experimentar limitaciones.

Hubiese querido tener la posibilidad
de  ser campeón del mundo en un deporte;
pero, me hubiese perdido, ser temido,
en el juego
de las bolas, trompos y porotillos.

Hubiese querido ser hijo de jeques árabes,
para pilotear  un jet ,
pero hubiese perdido a mis  padres,
y su amor sin límites, ni espacio.


Hubiese deseado estudiar en Oxford,
y ganar un premio nobel,
pero hubiese perdido la  dicha
de ser alumno fundador
 de mi amado colegio Cenepa,
un octubre de 1966,
y más aún, a los 17 años !!

Hubiese preferido que la reina de Saba
sea mi amante,
pero no te hubiese conocido a ti,
MARTHITA,
mujer idolatrada.

Hubiese deseado que mis hijos,
descubran otros mundos siderales
navegando en una en una góndola espacial;
pero me hubiese perdido la oportunidad de amarlos,
de tenerlos a mi lado,
como los siento ahora.

No sé si alguna vez soñé,
tener un jardín,
 donde las flores nunca se marchiten,
pero no hubiese conocido
las orquídeas  y los lirios,
y el aroma de las flores de aritaco,
que saturaban el aire entre la flora.

Leí con avidez algunos cuentos de hadas,
y creí a pie juntillas, tantas historias fantasiosas,
y cuánto deseé
trascender a esos lugares ignotos;
pero lo que aprendí en mi pueblito amado,
-Gualaquiza-
No es ni cuento ni fantasía.
Es el forjar de una existencia.

Gualaquiza,
generoso libro,
de pastas verdes,
y líneas caprichosas,
matizado con cucuyas y luciérnagas,
adornado con flores de maíz y gramalote,
con muchos puntos suspensivos.
Gualaquiza,
Regazo fecundo del saber,
Tierra generosa cubierta de verdor,
Supiste acoger en tus nobles  entrañas
Al shuar, al colono, al Salesiano,al militar,
Para formar hombres y mujeres
De casta rebelde y altiva,
Que jamás  se doblega ante la adversidad,
Ni se enrostra ante el verdugo.

Gualaquiza,
Tierra de encanto e ilusión.
En tus ríos brilla el oro y las piedras preciosas,
En  tu cielo, hay colibríes,
sigchas de siete colores,
golondrinas y azulejos,
y en la tardes,
el tañer de las campanas,
mezclándose con la brisa vesperal,
suelen mecer las palmas,
anunciando la llegada de las sombras.


Dios de las alturas:
Tú qué haces la felicidad,
Tú que eliges la cuna,
Me pusiste en el punto exacto.

Donde surge el hombre de la nada,
luchando, bregando, sufriendo,
riendo, llorando, jugando con la lluvia,
soñando con la luna  llena,
sudando con el sol ardiente,
trabajando, estudiando,
recibiendo el calor humano
de la familia, y
el abrazo solidario de amigos y paisanos.

Basta por ahora.

Qué importa !!!

No estudié en Oxford,
Ni fui amante de la reina de Saba.
No soy petrolero, ni príncipe.

Soy un hombre FELIZ,
que lucha por seguir avante,
que canta cuando hay voz,
que baila cuando hay humor,
que bebe cuando hay motivo.

Asimilo estoicamente las derrotas,
disimulo las victorias,
amo a mi familia,
odio la demagogia,
lucho por un mundo más justo,
y siento pasar el tiempo,
en calma y sin retorno…


Rolando Tello Torres/
Méndez, 11-11-2011. ( ¡qué coincidencia seis unos !!! )

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